
Todavía no sé si esta historia me ha gustado o no, a veces, esas cosas necesitan su tiempo, un reposo, un duelo incluso. Hace apenas unas horas que he terminado de leerla y todavía siento el revuelo en mi estómago.
Lo que sí sé es la maestría con la que la autora ha creado la voz del personaje (aunque admito que la he leído más en calidad de escritora que de lectora).
Creo que sobre «Carcoma» ya está todo dicho (hay cientos y cientos de reseñas que hablan sobre este libro), así que os dejo algunas de las frases que he subrayado, creo que es más que suficiente para que os hagáis a la idea de lo mucho que se merece las vertiginosas ediciones que ya lleva.
«En esta casa no se hereda dinero ni anillos de oro ni sábanas bordadas con las iniciales, aquí lo que nos dejan los muertos son las camas y el resentimiento. La mala sangre y un sitio para echarte a la noche, eso es lo único que puedes heredar en esta casa.»
«Las mujeres de esta familia enviudamos rápido. Los hombres se nos consumen como los cirios de las iglesias, al poco tiempo de casarnos todo lo que queda de ellos es un cerco en la sábana que no se quita aunque te dejes las manos restregando. Mi madre decía que la casa los seca por dentro hasta que se mueren.»
«Mi bisabuela murió porque se la comió enterita el odio, igual que a su marido. Él acabó emparedado en la casa que había construido para encerrarla a ella y ella consumida por la envidia que le tenía a su propia hija. Se murieron los dos de puro asco de puro desprecio de pura mala sangre.»